ENEAGRAMA TIPO 9

Visión General del Tipo Nueve

Hemos llamado al tipo de personalidad Nueve El Pacificador porque ningún tipo está más dedicado a la búsqueda de paz interna y externa para sí mismos y para los demás. Suelen ser "buscadores espirituales" que tienen un gran anhelo de conexión con el cosmos, así como con otras personas. Trabajan para mantener su paz mental de la misma manera que trabajan para establecer la paz y la armonía en su mundo. Los problemas encontrados en el Nueve son fundamentales para todo el trabajo psicológico y espiritual: estar despierto versus caer dormido a nuestra verdadera naturaleza; presencia versus encantamiento, apertura versus bloqueo, tensión versus relajación, paz versus dolor, unión versus separación.

Irónicamente, para un tipo tan orientado al mundo espiritual, el Nueve es el centro del Centro Instintivo, y es el tipo que potencialmente está más arraigado en el mundo físico y en sus propios cuerpos. La contradicción se resuelve cuando nos damos cuenta de que los Nueves están en contacto con sus cualidades instintivas y tienen un tremendo poder elemental y magnetismo personal, o están desconectados de sus fortalezas instintivas y pueden estar desenganchados y distantes, incluso superficiales.

Para compensar el estar desconectados de sus energías instintivas, los Nueves también se refugian en sus mentes y sus fantasías emocionales. (Por eso los Nueves a veces pueden identificarse erróneamente como Cincos y Sietes, tipos "mentales", o como Dos y Cuatros, tipos "emocionales"). Además, cuando sus energías instintivas están desequilibradas, los Nueves utilizan estas mismas energías contra sí mismos, represando su propio poder de manera que todo en su psique se vuelve estático e inerte. Cuando su energía no se utiliza, se estanca como un lago alimentado por un manantial que se vuelve tan lleno que su propio peso represa los manantiales que lo alimentan. Sin embargo, cuando los Nueves están en equilibrio con su Centro Instintivo y su energía, son como un gran río, llevando todo consigo sin esfuerzo.

A veces hemos llamado al Nueve la corona del Eneagrama porque está en la parte superior del símbolo y porque parece incluirlo todo. Los Nueves pueden tener la fuerza de los Ochos, el sentido de diversión y aventura de los Sietes, el sentido del deber de los Seises, el intelectualismo de los Cincos, la creatividad de los Cuatros, el atractivo de los Treses, la generosidad de los Doses y el idealismo de los Unos. Sin embargo, lo que generalmente no tienen es un sentido de habitar realmente en sí mismos, un fuerte sentido de su propia identidad. Irónicamente, por lo tanto, el único tipo que el Nueve no es como es el Nueve mismo. Ser un yo separado, un individuo que debe afirmarse contra otros, es aterrador para los Nueves. Prefieren fundirse en otra persona o seguir tranquilamente sus idílicas ensoñaciones.

Red, un consultor de negocios conocido a nivel nacional, comenta sobre esta tendencia:

"Soy consciente de centrarme en otras personas, preguntándome cómo son, cómo y dónde viven, etc. En una relación con los demás, a menudo renuncio a mi propia agenda en favor de la de la otra persona. Tengo que estar alerta de ceder a las demandas de los demás y descontar mis propias necesidades legítimas."

Los Nueves demuestran la tentación universal de ignorar los aspectos perturbadores de la vida y buscar algún grado de paz y comodidad "anestesiándose". Responden al dolor y al sufrimiento intentando vivir en un estado de paz prematura, ya sea en un estado de logro espiritual falso, o en una negación más cruda. Más que cualquier otro tipo, los Nueves demuestran la tendencia a huir de las paradojas y tensiones de la vida intentando trascenderlas o buscando encontrar soluciones simples e indoloras a sus problemas.

Enfatizar lo agradable de la vida no es algo malo, por supuesto, es simplemente un enfoque limitado y limitante de la vida. Si los Nueves ven el lado positivo de cada situación como una forma de protegerse del frío y la lluvia, otros tipos también tienen sus puntos de vista distorsionados. Por ejemplo, los Cuatros se centran en su propio sufrimiento y victimización, los Unos en lo que está mal con la forma en que son las cosas, y así sucesivamente. Por contraste, los Nueves tienden a concentrarse en el "lado brillante de la vida" para que su paz mental no se vea sacudida. Pero en lugar de negar el lado oscuro de la vida, lo que los Nueves deben entender es que todas las perspectivas presentadas por los otros tipos también son verdaderas. Los Nueves deben resistir la tentación de escapar hacia un "Budismo prematuro" o la "luz blanca" de lo Divino y alejarse del mundo mundano. Deben recordar que "la única salida es a través".
(del libro La Sabiduría del Eneagrama, p. 316-317)