ENEAGRAMA TIPO 8

Visión General del Tipo Ocho

Hemos denominado al tipo de personalidad Ocho como El Desafiante porque, de todos los tipos, a los Ochos les gusta asumir desafíos ellos mismos, así como ofrecer a otros oportunidades que los desafíen a superarse de alguna manera. Los Ochos son carismáticos y tienen las capacidades físicas y psicológicas para persuadir a otros a seguirlos en todo tipo de empresas, desde iniciar una compañía, reconstruir una ciudad, dirigir un hogar, hasta hacer la guerra o lograr la paz.

Los Ochos poseen una enorme fuerza de voluntad y vitalidad, y se sienten más vivos cuando están ejerciendo estas capacidades en el mundo. Utilizan su abundante energía para efectuar cambios en su entorno, para "dejar su huella" en él, pero también para mantener el entorno, y especialmente a otras personas, de lastimarlos a ellos y a quienes les importan. A una edad temprana, los Ochos comprenden que esto requiere fuerza, voluntad, persistencia y resistencia, cualidades que desarrollan en sí mismos y que buscan en otros. Thayer es una corredora de bolsa que ha trabajado intensamente en comprender su personalidad de tipo Ocho. Ella relata un incidente de su infancia en el que pudo ver claramente el desarrollo de este patrón.

"Gran parte de mi tenacidad y dureza proviene de mi padre. Siempre me dijo que no permitiera que 'nadie me empujara'. No estaba bien llorar. Aprendí a dominar mi lado más débil desde temprano. A la tierna edad de ocho años, un caballo enorme huyó conmigo. Cuando un adulto atrapó al caballo, me bajé resueltamente sin derramar una lágrima. Podía decir que mi padre estaba orgulloso."

Los Ochos son los verdaderos "individualistas robustos" del Eneagrama. Más que cualquier otro tipo, ellos se mantienen solos. Quieren ser independientes y resisten estar en deuda con alguien. A menudo se niegan a "ceder" a la convención social, y pueden desafiar el miedo, la vergüenza y la preocupación por las consecuencias de sus acciones. Aunque generalmente son conscientes de lo que la gente piensa de ellos, no dejan que las opiniones de los demás los influencien. Continúan con sus asuntos con una determinación de acero que puede ser impresionante, incluso intimidante para otros.

Aunque, hasta cierto punto, los Ochos temen el daño físico, mucho más importante es su miedo a ser desempoderados o controlados de alguna manera. Los Ochos son extraordinariamente resistentes y pueden absorber una gran cantidad de castigo físico sin queja, una bendición de doble filo ya que a menudo dan por sentada su salud y resistencia y pasan por alto la salud y el bienestar de los demás también. Sin embargo, tienen un miedo desesperado a ser heridos emocionalmente y usarán su fuerza física para proteger sus sentimientos y mantener a otros a una distancia emocional segura. Debajo de la fachada dura hay vulnerabilidad, aunque ha sido cubierta por capas de armadura emocional.

Por lo tanto, los Ochos suelen ser extremadamente laboriosos, pero al precio de perder el contacto emocional con muchas de las personas en sus vidas. Aquellos cercanos a ellos pueden volverse cada vez más insatisfechos con esta situación, lo cual confunde a los Ochos. ("No entiendo de qué se queja mi familia. Me mato trabajando para proveerles. ¿Por qué están decepcionados conmigo?")

Cuando esto sucede, los Ochos se sienten incomprendidos y pueden distanciarse aún más. De hecho, debajo de su exterior imponente, los Ochos a menudo se sienten heridos y rechazados, aunque esto es algo de lo que rara vez hablan porque tienen problemas para admitir su vulnerabilidad, incluso ante sí mismos, mucho menos ante alguien más. Debido a que temen que serán rechazados (divorciados, humillados, criticados, despedidos o dañados de alguna manera), los Ochos intentan defenderse rechazando a los demás primero. El resultado es que los Ochos promedio se bloquean en su capacidad para conectarse con las personas o para amar, ya que el amor le da al otro poder sobre ellos, despertando su Miedo Básico.

Cuanto más construyen los Ochos su ego para protegerse, más sensibles se vuelven a cualquier desaire real o imaginario a su autoestima, autoridad o preeminencia. Cuanto más intentan hacerse impervios al dolor o al daño (ya sea físico o emocional), más se "cierran" emocionalmente para volverse endurecidos y como rocas.

Sin embargo, cuando los Ochos son emocionalmente saludables, tienen una actitud ingeniosa de "puedo hacerlo", así como un impulso interno constante. Toman la iniciativa y hacen que las cosas sucedan con una gran pasión por la vida. Son honorables y autoritarios, líderes naturales que tienen una presencia sólida y comandante. Su arraigo les da un abundante "sentido común" así como la capacidad de ser decisivos. Los Ochos están dispuestos a "soportar el calor", sabiendo que cualquier decisión no puede complacer a todos. Pero tanto como sea posible, quieren cuidar los intereses de las personas a su cargo sin hacer favoritismos. Usan sus talentos y fortaleza para construir un mundo mejor para todos en sus vidas.
(de La Sabiduría del Eneagrama, p. 289-291)