Es natural que después de ser rechazado en una entrevista de trabajo te sientas decepcionado y quieras saber en qué podrías mejorar.
Sin embargo, pedir feedback de la manera correcta es crucial para que puedas aprovecharlo al máximo y no te afecte de manera negativa.
Acá te dejamos algunos consejos que te ayudarán a pedir feedback sin que se convierta en un obstáculo para tu desarrollo profesional. ¡Vamos!
1. Pedí consejo, no un juicio
El primer error que podés cometer es pedir feedback como si fuera un juicio sobre tu desempeño. Es importante recordar que no siempre el rechazo se debe a que hiciste algo mal, muchas veces, simplemente no eras lo que estaban buscando.
Por eso, en lugar de pedir una devolución subjetiva, es mejor solicitar un consejo práctico que te ayude a mejorar. Preguntá algo como: “¿Qué podría hacer diferente en futuras entrevistas?” en lugar de “¿Qué hice mal?”. Esto te permitirá recibir respuestas útiles y aplicables.
2. Aprendé a venderte
El proceso de pedir feedback es también una oportunidad para mostrar tu interés en crecer como profesional. Esto no solo habla bien de vos, sino que demuestra que estás dispuesto a mejorar, incluso si ya tenés mucha experiencia.
Aprender a venderte es fundamental en cualquier etapa del proceso de selección, y esto incluye el seguimiento. Mostrar que querés aprender y evolucionar te posiciona como un candidato que valora el crecimiento continuo.
3. No insistas en el seguimiento
Si después de enviar un mail pidiendo feedback no recibís respuesta, lo mejor es dejarlo ir. Los reclutadores suelen estar muy ocupados y puede que simplemente no tengan tiempo de responder.
Insistir puede generar una impresión negativa, y es mejor demostrar paciencia y comprensión. Recordá que, aunque esta oportunidad no se dio, habrá otras en las que podrás aplicar lo aprendido.
4. No acoses a los reclutadores en redes sociales
¡Enviar un mail pidiendo feedback es suficiente! No es necesario que luego intentés contactarlos por redes sociales. Esta acción puede ser percibida como una invasión a su espacio personal y no es profesional.
Además, no te obsesiones con la opinión de un solo reclutador, cada proceso de selección es diferente, y lo que no funcionó en una entrevista puede no ser relevante en otra.
5. No te expongas demasiado
A veces, en un intento de justificarte o buscar empatía, podés sentir la tentación de compartir demasiada información personal. Evitá hacerlo.
Mantené el enfoque en lo profesional y en cómo podés mejorar, sin entrar en detalles que no suman. Es fundamental mantener una imagen de estabilidad y profesionalismo en todo momento.
En resumen, pedir feedback después de un rechazo es una herramienta valiosa si lo hacés de la manera correcta. No lo tomés como un juicio personal, sino como una oportunidad de aprendizaje.
Mostrá que te importa mejorar, pero no insistas si no recibís respuesta y, sobre todo, mantené una actitud profesional en todo momento. Con el enfoque adecuado, cada rechazo puede convertirse en un paso hacia tu próximo éxito. ¡Desde WeRemoto te deseamos el mayor de los éxitos!