Como sujetos sociales, necesitamos relacionarnos con otras personas para mantener un equilibrio entre los aspectos individuales y relacionales. Cuando se trabaja de manera remota, el sentimiento de sentirse solo puede presentarse de manera más recurrente que lo normal, por lo que es necesario tomar cartas en el asunto. ¿Qué se puede hacer para sentirse acompañado, aún en la virtualidad? ¡Puedes comenzar aplicando estos simples consejos!
Si bien ya no tendrás compañeros de oficina con quienes al menos charlabas un par de minutos al día, puedes suplantar su presencia por desayunos o almuerzos con tus amigos. Que trabajes de manera remota no quiere decir que pierdas el contacto cotidiano con ellos. Planea un café antes del mediodía o un almuerzo al menos una vez por semana con alguna persona especial. ¡Te hará despejarte y sentirte mucho mejor!
Si bien esto dependerá de cuál sea la dinámica de tu trabajo, intenta dejar por lo menos un día a la semana para dedicarte de lleno a ti y a tu familia. Los remotos muchas veces suelen pasar más horas de las necesarias conectados, lo que puede aislarte de tu círculo social. Ese día no laboral, evita revisar mails de trabajo; en cambio, fortalece tus relaciones más cercanas.
Otra manera de cultivar relaciones profesionales y de tener contacto con trabajadores de tu área es asistir (de manera virtual o presencial) a congresos, conferencias o charlas de tu nicho de trabajo. De esta manera, además de capacitarte, podrás establecer relaciones profesionales y fraternales con personas de tu área, lo que hará que te sientas más acompañado en tu mundo laboral.
Si bien es importante que tengas una oficina o rincón de trabajo bien armado en tu hogar, sería positivo para ti que una o dos veces por semana cambies de escenario. Esto puede ser un espacio de co-working, un café o una biblioteca. Cambiar de aire y ver otras personas, aunque no necesariamente converses con ellas, colaborará en tu bienestar emocional.
Por más que implique mantener la misma dinámica de tu trabajo (conexión por medio de un dispositivo e internet) mantenerte en contactos con tus amigos y familiares algunas veces al día te ayudará a distenderte de tu trabajo pero, sobre todo, podrás compartir un intercambio amigable que sin duda hará que te sientas menos solo. Si puedes, haz una llamada para sentir la voz de alguien a quien quieres. ¡Tu estado de ánimo cambiará notablemente!
Aunque no estén en el mismo espacio físico, otra manera de no sentir que estás solo es mantenerte al tanto acerca de cómo tus compañeros de trabajo van llevando sus labores. Aprovecha las reuniones de trabajo y saca todas tus dudas, pedí opinión sobre lo que necesites y utiliza los canales de comunicación para mantenerte cercano a ellos.
Esto no es ninguna novedad: el trabajo es solo una parte de la vida, no lo es todo. Por ello, intenta no sobrecargarte de trabajo, mantener horarios establecidos y respeta los cronogramas. A su vez, intenta realizar todas aquellas actividades que te hacen bien y que te ponen en contacto con otras personas: arte, deportes, danzas, juegos…. No importa de qué se trate: lo importante es que ayudes a tu cuerpo y a tu mente a mantenerse equilibrados.
Si bien el trabajo remoto está lleno de beneficios, que te hemos recalcado en cada uno de nuestros artículos, requiere una especial atención para combinar de manera saludable todos los aspectos de tu vida. No dejes que te alcance el aislamiento, y refuerza cada vez que puedas, todos tus vínculos personales y afectivos. ¡En el equilibrio está el secreto!